miércoles, 3 de diciembre de 2014

MI EXPERIENCIA CON EL RIZADO GIGANTE  ITALIANO
Stefano D’Alisera

         Muchos criadores experimentados no han querido dar a conocer los “secretos” de la cría del AGI para asegurarse una hipotética ventaja en los concursos al tener menos competidores. Pero no todos los grandes y expertos criadores han pensado y piensan así y muchos de ellos han ayudado con constantes consejos a los aficionados noveles. Llevo 20 años criando canarios rizados de gran talla: Frisé Parisien y AGI, y a continuación expongo aspectos de mi experiencia que pueden ser útiles a los principiantes.

REPRODUCTORES, LOCALES E INSTALACIONES.
        En principio, es difícil que los que deciden meter en casa una o más parejas de AGI sean principiantes. Estos animales no se encuentran en las pajarerías, se venden pocos en las exposiciones, viven poco, cuestan mucho y son pocos los criadores que los crían. Es improbable que un novato decida comenzar con el AGI, pero si decide hacerlo aconsejo comenzar con otras razas rizadas más fáciles como el Rizado del Norte. De este modo las dificultades serán menores. El AGI y los rizados pesados como el Parisien y en parte el Paduano, son animales complicados de criar. A diferencia de otras razas de forma y posición, no  existe únicamente la dificultad de obtener crías lo más cercanas posibles al estándar, sino también la dificultad objetiva de conseguir obtener crías. Un gasto inicial elevado para encontrarse con una serie de fracasos sucesivos desanima a cualquiera. De ahí el consejo de iniciarse con cautela, comenzando a saber ver y valorar los rizos (en el rizado del norte son inferiores en volumen y en cantidad, pero están bien definidos), obtener satisfacciones reproductivas y  después de algún tiempo decidirse a dar el  salto.

QUE COMPRAR Y DONDE ACUDIR.
        Siempre que sea posible se deben comprar todos los ejemplares a un mismo criador (Antes de hacer el viaje es una buena práctica ponerse en contacto con el criador y preguntarle sobre la disponibilidad de pájaros que tiene para vender. Es una gran frustración que después de un viaje de cientos de kilómetros encontrarse con que solo tiene 2 ó 3 ejemplares para vender).  Hay que observar el nivel medio de los pájaros que hay en el criadero, que debe ser homogéneo y de un nivel medio-alto.
 Hay que desconfiar de los criaderos que tienen algunos ejemplares excepcionales y otros de nivel bajo. Un buen criador mostrará gran parte, si no todos, los ejemplares de su criadero y tenderá a vender aquellos que os parecerán de menos calidad. Partiendo del supuesto de estar en casa de una persona seria, que no quiera vender sus mejores ejemplares pero que sí quiere vender los otros ejemplares no es preocupante, esto es solo el comienzo. En el criadero se ven jaulones a la altura de una persona, llenas de luz, con ejemplares esplendidos, y un poco más abajo, con menos luz, los ejemplares que, en el 99% de los casos, serán los que están dispuestos para vender.
 
  Esto no es preocupante pues se trata de un criadero con un nivel medio-alto y todos los canarios tienen una base genética muy aceptable y similar. Hay criaderos en los que nos mostrarán las excelentes relaciones con los mejores pájaros, a través de unos registros fantasma, por eso en lo que hay que fijarse es en la calidad media de todos los canarios de ese criadero. Realmente lo que nos muestra la anilla es el año de nacimiento, lo demás es cuestión de la honradez del criador.  Aquí podríamos discutir mucho, pero uno no se puede arriesgar a llevar a casa ejemplares que no sabemos si son fecundos o con otros defectos; la elección debe recaer sobre canarios jóvenes, sobre todo para las hembras, mientras que  un macho de un año puede ser tomado en consideración. En todos estos aspectos el grado de confianza con el criador que nos vende los canarios es fundamental.
        Los canarios que compréis deben ser de vuestro agrado, si no lo son es mejor irse con las manos vacías. Las parejas deben estar bien combinadas en el plumaje y en el color. Si se van a comprar una o dos parejas, evitar verde x verde, amarillo x amarillo, nevado x nevado, intenso x intenso y canarios con las aletas caídas o que les faltan. Los canarios que se compren deben tener todas las  características de la raza fundamentales.
        No hay por qué preocuparse si los ejemplares que compráis (especialmente las hembras) son un poco pequeñas frente a los campeonísimos que obtienen los primeros premios en los concursos, los hijos que nazcan pueden reservaros grandísimas sorpresas.
  Lo interesante y bello de la cría de los AGI es esto: nunca se sabe cómo van a ser las crías; si los reproductores provienen de buenos criaderos y buenas estirpes, se pueden obtener magníficos resultados inmediatamente, en los primeros años de cría.
        Un último consejo es la de entablar conocimiento y amistad con los criadores más expertos y seguir sus indicaciones.

CRÍA Y REPRODUCCIÓN.
        Generalmente los reproductores, y en muchos casos las parejas, fueron probablemente ya elegidas en noviembre o diciembre. ¿Cómo se hace la elección?
         Las parejas jóvenes se  emparejan por colores, características del plumaje y la posible compensación de defectos. Con las parejas adultas hay que añadir como característica su capacidad reproductiva, ya vista en años anteriores. Por ejemplo, hay que tener en cuenta, los ejemplares que  transmiten determinadas características que ellos aparentemente no tienen; estos ejemplares se acoplarán con aquellos otros a los que les falta esa característica. Teniendo en cuenta que los rizos tienen un carácter multifactorial, es decir, que dependen de varios genes que interactúan entre sí, los resultados de los emparejamientos que teóricamente tenían que dar muy buenos resultados, en realidad muchas veces no son tales.
 


          Reproducir un AGI con una capucha completa no es una empresa titánica, pero es ciertamente difícil asegurarse que tiene un cráneo amplio y redondeado. A propósito de la cabeza, y sin entrar en la polémica que ha acompañado el reconocimiento de esta raza, consideramos válida con la finalidad de la cría seleccionar los ejemplares con el babero realzado completo, con la capucha de ¾ y naturalmente con la capucha completa, erróneamente considerada como la característica que diferencia esta raza de otras.
        Las parejas se hacen en base a las características de los ejemplares. El mejor emparejamiento es el de nevado con un semi-intenso para poder tener unos hijos que pueden heredar y aún mejorar el plumaje de los padres. El color no es un aspecto fundamental en la  formación de las parejas, pero se debe evitar los emparejamientos de verde X verde y de amarillo X amarillo.

Estos dos emparejamientos no son imposibles, pero especialmente en el emparejamiento entre dos verdes he visto resultados estrepitosos, entonces ¿para qué complicarse la vida? ¿Para qué reproducir ejemplares  que en su mayoría van a ser del mismo color? dejemos estos emparejamientos a los expertos y dirijamos nuestros esfuerzos a obtener la típica gama de 3 colores: verde, amarillo y pintado, procurando que uno de los canarios de la pareja sean pintado.
        Sobre todo al principio, en vuestro criadero habrá una cierta diferencia entre los ejemplares. ¿Cuáles elegir para emparejar? ¿Emparejar los mejores entre sí? ¿Y qué hacemos con los que sean de menor calidad (que puede que sean los más abundantes)? ¿Pero debe tener un límite la calidad? Desde luego no podemos poner a criar pájaros de poca calidad, de menos de 85 u 86 puntos a no ser que queramos tener un criadero de mediocridades.
 
 Es bueno hacer crecer el criadero poco a poco, de un modo uniforme, emparejando siempre de forma que entre los dos ejemplares se tengan todas las cualidades de la raza, es la regla válida para todas las razas: compensar los defectos de uno con las cualidades del otro y nunca compensar los defectos de uno con el defecto contrario del otro. De esta manera los ejemplares que nazcan  serán más uniformes y poco a poco habrá más ejemplares de calidad que permitirán unas posibilidades mayores de elección en el futuro. Si se tienen bastantes parejas no está de más echar dos ejemplares de alta calidad con la finalidad de que sus hijos  también lo sean y así tener magníficos reproductores que hagan subir la calidad media de nuestro criadero.