miércoles, 3 de diciembre de 2014

MI EXPERIENCIA CON EL RIZADO GIGANTE  ITALIANO
Stefano D’Alisera

         Muchos criadores experimentados no han querido dar a conocer los “secretos” de la cría del AGI para asegurarse una hipotética ventaja en los concursos al tener menos competidores. Pero no todos los grandes y expertos criadores han pensado y piensan así y muchos de ellos han ayudado con constantes consejos a los aficionados noveles. Llevo 20 años criando canarios rizados de gran talla: Frisé Parisien y AGI, y a continuación expongo aspectos de mi experiencia que pueden ser útiles a los principiantes.

REPRODUCTORES, LOCALES E INSTALACIONES.
        En principio, es difícil que los que deciden meter en casa una o más parejas de AGI sean principiantes. Estos animales no se encuentran en las pajarerías, se venden pocos en las exposiciones, viven poco, cuestan mucho y son pocos los criadores que los crían. Es improbable que un novato decida comenzar con el AGI, pero si decide hacerlo aconsejo comenzar con otras razas rizadas más fáciles como el Rizado del Norte. De este modo las dificultades serán menores. El AGI y los rizados pesados como el Parisien y en parte el Paduano, son animales complicados de criar. A diferencia de otras razas de forma y posición, no  existe únicamente la dificultad de obtener crías lo más cercanas posibles al estándar, sino también la dificultad objetiva de conseguir obtener crías. Un gasto inicial elevado para encontrarse con una serie de fracasos sucesivos desanima a cualquiera. De ahí el consejo de iniciarse con cautela, comenzando a saber ver y valorar los rizos (en el rizado del norte son inferiores en volumen y en cantidad, pero están bien definidos), obtener satisfacciones reproductivas y  después de algún tiempo decidirse a dar el  salto.

QUE COMPRAR Y DONDE ACUDIR.
        Siempre que sea posible se deben comprar todos los ejemplares a un mismo criador (Antes de hacer el viaje es una buena práctica ponerse en contacto con el criador y preguntarle sobre la disponibilidad de pájaros que tiene para vender. Es una gran frustración que después de un viaje de cientos de kilómetros encontrarse con que solo tiene 2 ó 3 ejemplares para vender).  Hay que observar el nivel medio de los pájaros que hay en el criadero, que debe ser homogéneo y de un nivel medio-alto.
 Hay que desconfiar de los criaderos que tienen algunos ejemplares excepcionales y otros de nivel bajo. Un buen criador mostrará gran parte, si no todos, los ejemplares de su criadero y tenderá a vender aquellos que os parecerán de menos calidad. Partiendo del supuesto de estar en casa de una persona seria, que no quiera vender sus mejores ejemplares pero que sí quiere vender los otros ejemplares no es preocupante, esto es solo el comienzo. En el criadero se ven jaulones a la altura de una persona, llenas de luz, con ejemplares esplendidos, y un poco más abajo, con menos luz, los ejemplares que, en el 99% de los casos, serán los que están dispuestos para vender.
 
  Esto no es preocupante pues se trata de un criadero con un nivel medio-alto y todos los canarios tienen una base genética muy aceptable y similar. Hay criaderos en los que nos mostrarán las excelentes relaciones con los mejores pájaros, a través de unos registros fantasma, por eso en lo que hay que fijarse es en la calidad media de todos los canarios de ese criadero. Realmente lo que nos muestra la anilla es el año de nacimiento, lo demás es cuestión de la honradez del criador.  Aquí podríamos discutir mucho, pero uno no se puede arriesgar a llevar a casa ejemplares que no sabemos si son fecundos o con otros defectos; la elección debe recaer sobre canarios jóvenes, sobre todo para las hembras, mientras que  un macho de un año puede ser tomado en consideración. En todos estos aspectos el grado de confianza con el criador que nos vende los canarios es fundamental.
        Los canarios que compréis deben ser de vuestro agrado, si no lo son es mejor irse con las manos vacías. Las parejas deben estar bien combinadas en el plumaje y en el color. Si se van a comprar una o dos parejas, evitar verde x verde, amarillo x amarillo, nevado x nevado, intenso x intenso y canarios con las aletas caídas o que les faltan. Los canarios que se compren deben tener todas las  características de la raza fundamentales.
        No hay por qué preocuparse si los ejemplares que compráis (especialmente las hembras) son un poco pequeñas frente a los campeonísimos que obtienen los primeros premios en los concursos, los hijos que nazcan pueden reservaros grandísimas sorpresas.
  Lo interesante y bello de la cría de los AGI es esto: nunca se sabe cómo van a ser las crías; si los reproductores provienen de buenos criaderos y buenas estirpes, se pueden obtener magníficos resultados inmediatamente, en los primeros años de cría.
        Un último consejo es la de entablar conocimiento y amistad con los criadores más expertos y seguir sus indicaciones.

CRÍA Y REPRODUCCIÓN.
        Generalmente los reproductores, y en muchos casos las parejas, fueron probablemente ya elegidas en noviembre o diciembre. ¿Cómo se hace la elección?
         Las parejas jóvenes se  emparejan por colores, características del plumaje y la posible compensación de defectos. Con las parejas adultas hay que añadir como característica su capacidad reproductiva, ya vista en años anteriores. Por ejemplo, hay que tener en cuenta, los ejemplares que  transmiten determinadas características que ellos aparentemente no tienen; estos ejemplares se acoplarán con aquellos otros a los que les falta esa característica. Teniendo en cuenta que los rizos tienen un carácter multifactorial, es decir, que dependen de varios genes que interactúan entre sí, los resultados de los emparejamientos que teóricamente tenían que dar muy buenos resultados, en realidad muchas veces no son tales.
 


          Reproducir un AGI con una capucha completa no es una empresa titánica, pero es ciertamente difícil asegurarse que tiene un cráneo amplio y redondeado. A propósito de la cabeza, y sin entrar en la polémica que ha acompañado el reconocimiento de esta raza, consideramos válida con la finalidad de la cría seleccionar los ejemplares con el babero realzado completo, con la capucha de ¾ y naturalmente con la capucha completa, erróneamente considerada como la característica que diferencia esta raza de otras.
        Las parejas se hacen en base a las características de los ejemplares. El mejor emparejamiento es el de nevado con un semi-intenso para poder tener unos hijos que pueden heredar y aún mejorar el plumaje de los padres. El color no es un aspecto fundamental en la  formación de las parejas, pero se debe evitar los emparejamientos de verde X verde y de amarillo X amarillo.

Estos dos emparejamientos no son imposibles, pero especialmente en el emparejamiento entre dos verdes he visto resultados estrepitosos, entonces ¿para qué complicarse la vida? ¿Para qué reproducir ejemplares  que en su mayoría van a ser del mismo color? dejemos estos emparejamientos a los expertos y dirijamos nuestros esfuerzos a obtener la típica gama de 3 colores: verde, amarillo y pintado, procurando que uno de los canarios de la pareja sean pintado.
        Sobre todo al principio, en vuestro criadero habrá una cierta diferencia entre los ejemplares. ¿Cuáles elegir para emparejar? ¿Emparejar los mejores entre sí? ¿Y qué hacemos con los que sean de menor calidad (que puede que sean los más abundantes)? ¿Pero debe tener un límite la calidad? Desde luego no podemos poner a criar pájaros de poca calidad, de menos de 85 u 86 puntos a no ser que queramos tener un criadero de mediocridades.
 
 Es bueno hacer crecer el criadero poco a poco, de un modo uniforme, emparejando siempre de forma que entre los dos ejemplares se tengan todas las cualidades de la raza, es la regla válida para todas las razas: compensar los defectos de uno con las cualidades del otro y nunca compensar los defectos de uno con el defecto contrario del otro. De esta manera los ejemplares que nazcan  serán más uniformes y poco a poco habrá más ejemplares de calidad que permitirán unas posibilidades mayores de elección en el futuro. Si se tienen bastantes parejas no está de más echar dos ejemplares de alta calidad con la finalidad de que sus hijos  también lo sean y así tener magníficos reproductores que hagan subir la calidad media de nuestro criadero. 

lunes, 3 de noviembre de 2014

ASÍ CRÍO LOS  PADUANOS
         Artículo escrito por un aficionado italiano cuyo nombre desconozco. Es un artículo que recogí en su momento y que he encontrado entre mis papeles.
 
        Antes de iniciar mi escrito quiero hacer una consideración. La generación de criadores de rizados precedente la mía – hechas raras excepciones – no era pródiga en dar consejos a los nuevos aficionados. Por este motivo se creó una especie de misterio en torno a la especialización en los canarios rizados que alejó de la cría de las mismas a numerosos aficionados noveles, con el resultado de que hoy no tenemos un adecuado cambio generacional, indispensable para garantizar la continuidad de la cría de todas las razas rizadas.
         En esta especialidad de los canarios rizados hay dos razas que son más difíciles de criar, me refiero al Rizado Gigante Italiano y al Parisien, pero quitando estas dos razas, hay un montón de canarios rizados en los que la dificultad de su cría es semejante a la de los canarios amarillos, blancos, opales,… prácticamente inexistente. Criar Fiorinos, Rizados del Norte y del Sur, e incluso Paduanos y Gibber, no es difícil.
         A continuación expongo la dieta que utilizo, que no es diferente a la de otras muchas razas de canarios.
  
De octubre a enero: Les doy una mezcla de tres semillas: 80% de alpiste, 10% de negrillo y 10% de lino. Siempre tienen a disposición pasta seca bastante rica en proteínas, y para los pocos ejemplares que presentan problemas digestivos, les doy un poco de harina “amarilla” (no sé exactamente a qué se refiere, posiblemente sea polenta). Cada 7 – 10 días añado una cucharadita de semillas de salud por cabeza. También les doy una rodaja de manzana, por cabeza, una vez a la semana.
         Aunque este se considera un “periodo de descanso” hay que tener en cuenta que es la temporada de frío y con pocas horas de luz disponibles para alimentarse, por lo que se requiere una dieta sustanciosa. Para el invierno es todo. Algunos criadores, durante los meses de invierno, usan una dieta aún más sobria: alpiste y pasta seca con bajo contenido en proteína.
 De febrero a julio: siempre la misma mezcla y agrego cada semana semillas de salud y una cucharadita de café de semilla de avena. Pasta seca sin añadir polenta. Para la cría de los recién nacidos uso la misma pasta a la que añado huevo en la proporción de uno por cada 100 gramos, humedecido con agua según sea necesario. Con los pequeños, en los días en que no les echo huevo duro, añado a la pasta lo que encuentro en el frigo (requesón, yogur, zumo, y rara vez verdura). En la época en que los pollos salen del nido sigo poniendo el huevo duro, pero en días alternativos les doy granos germinados. Junto con la manzana es el mejor procedimiento para ayudar a los pollos a comenzar a comer solos y superar así los difíciles primeros días de su emancipación. Una vez a la semana, cuando los pollos están ya en la voladera, les doy una vez a la semana yema de huevo mezclada con vitaminas en polvo (se estropean menos que las que hay que echar en el agua).

De agosto a septiembre / octubre: sigo con la mezcla de semillas. Solo pasta seca sin añadir huevo. Raramente granos germinados, frecuentemente fruta y verdura (pepino y calabacín). En el periodo de muda añado un complejo vitamínico y de aminoácidos en el agua. Arena silícea y hueso de sepia o jibia siempre están a su disposición.
         Este es el método de alimentación que sigo, pero con el deseo de hacer siempre las cosas mejor, es posible hacer cambios. Maneras de alimentar a los canarios hay muchas, pero hay que buscar las más adaptadas para nuestros canarios, considerando la raza y el clima en el que viven (sobre todo durante el invierno). Los canarios que viven en el sur no hay que alimentarlos como aquellos que viven en el norte o en zonas montañosas.
         Una última cosa: la presunta dificultad de criar canarios rizados asusta a algunos criadores noveles. Esto es un mito que hay que desterrar. No es así, razas como el Fiorino, el Rizado del Norte, el del Sur y también el Gibber  son muy prolíficas. El Paduano también lo es, y salvo alguna pareja, no hay dificultades en criar esta raza. Su dificultad no supera a la de otras razas.

sábado, 4 de octubre de 2014

FIORINO – EL PROYECTO
 Umberto Zingoni
        Artículo escrito por Umberto Zingoni, uno de los creadores del Fiorino. ¿Quién mejor que él para contarnos como nació el proyecto de crear el Fiorino?
         Hace treinta años. Yo y mi amigo y compañero Michele Del Prete estábamos en nuestro criadero de canarios rizados en Florencia. Tenemos todas las razas: el voluminoso Rizado de París, el Padovano, el Rizado del, el Rizado del Sur, y, finalmente, el delgado de Gibber Itálicus.
         Estábamos echando un vistazo para un último control a las jaulas y voladeras, cuando hablando, surgió una idea. Nos preguntamos si a la vista de los resultados de ciertos cruces entre ejemplares de diversas razas y de relativamente poco valor,  con la intención de obtener nodrizas, no estaría de más intentar crear una nueva raza.
         ¿Cuáles eran estos resultados? Cruzando una Rizado del Norte con una hembra Gloster moñuda nacía algún hijo que tenía los rizos del padre y la reducida talla de la madre.



 De ahí nació la idea de un Rizado lo más pequeño posible con una moña en la cabeza. En efecto, aparte del Gibber, la tendencia era siempre la de aumentar la talla para obtener ejemplares más vistosos, mientras que los minirizados con posición normal no existían, a diferencia de lo que era la tendencia en las razas inglesas (Fife, Gloster).
         Acordamos que lo íbamos a hacer con todos los canarios que ya teníamos (algunos cientos). La pasión por la cría, que ambos llevamos en la sangre, hizo que en aquel momento, en una nueva  serie de jaulones, diésemos comienzo a la selección de ejemplares para crear esta eventual nueva raza.   
         ¿Cómo iba a ser? Nada complicado: un canario sencillo con los cinco rizos, como los del Rizado del Norte, lo más pequeño posible y con una bella moña en la cabeza. Eso era todo. Pero entre el decirlo y el hacerlo…
 
         Pasados algunos años, por causa de fuerza mayor tuvimos que dejar el local de cría y redimensionar el criadero. Del Prete se limitó a criar en la terraza de su casa los Rizados de París y los Paduanos, yo  continué con la selección y perfeccionamiento de la nueva raza que ya tenía un nombre: Fiorino.
         Pasaron otros años, los resultados fueron tan satisfactorios que pronto la Raza recibió el reconocimiento oficial de la Federación Italiana, lo que ocurre en el año 1985.
 
         Aún unos años más, durante los cuales los ejemplares regalados a otros criadores interesados en esta raza se van difundiendo por todas partes, hacen que en 1989, con ocasión del Campeonato Mundial de Pordedone, se haga el reconocimiento oficial de esta raza por parte de la Confederación Ornitológica Mundial (C.O.M).
         Así Italia puede vanagloriarse de haber creado otra raza después del Paduano y el Gibber, a los que pasados pocos años se unirá una cuarta: el Rizado Gigante Italiano.

martes, 9 de septiembre de 2014

CRITERIOS DE ENJUICIAMIENTO
DEL
RIZADO GIGANTE ITALIANO
TALLA.- 10 puntos. Longitud mínima 21 cm con las diferentes partes del cuerpo en proporción a la longitud del ejemplar.
         La longitud mínima de este canario es de 21 cm., y por lo tanto los ejemplares  más pequeños se penalizan. Pero este apartado no solo se valora en función de la talla, ya que la misma debe estar adaptada a la forma de canario, que debe estar bien proporcionada en las diversas partes obteniendo como resultado un canario imponente, voluminoso, compacto y de formas armoniosas.
         Para considerar óptimo en este apartado a un canario de una longitud superior a los 21 cm., sin la más mínima duda, debe estar proporcionado a su longitud. Si esto no es así se penalizará con 1 ó 2 puntos. Por esto mismo puede verse en una exposición ornitológica un ejemplar de 21 cm, bien proporcionado,  con una puntuación de 10 puntos en el apartado talla, y otro ejemplar de 22 cm, no bien proporcionado con 8 ó 9 puntos en el mismo apartado.
         Teniendo presente que se asignan 5 puntos a la longitud y otros 5 a la forma, el juez debe aplicar la siguiente norma:
         ¿La longitud del ejemplar es de 21 cm o superior?
Sí.- se le conceden los 5 puntos.
No.- se le quitará 1 punto.
         ¿La forma es proporcionada a la longitud del ejemplar?
Sí.- se le otorgan los 5 puntos.
No.- se le concederán entre 4 y 2 puntos.
         Las penalizaciones acabadas de mencionar con sus subdivisiones, están totalmente de acuerdo con LAS TABLAS DE VALORACIÓN, en las que se atribuye el grado de óptimo, muy bueno, bueno, suficiente e insuficiente. Tabla que hay que tener siempre presente en cualquier tipo de enjuiciamiento.

POSICIÓN.- 5 puntos.
          Altivo y majestuoso, con la cola alineada con el tronco o ligeramente caída. El cuerpo debe formar un ángulo con la horizontal de 60º (Una ligera mayor elevación no constituye un defecto, pero una menor elevación sí que es un defecto).
Esta característica se debe enjuiciar cuando el canario no está en reposo.
         La puntuación posible en este apartado es de 2 a 5 puntos

PLUMAJE.- 10 puntos. Suave y fino, muy voluminoso. Se admiten todos los colores.
         En este apartado el juez debe principalmente valorar la suavidad y vaporosidad del plumaje. El plumaje puede ser duro y suave (y toda una escala intermedia). El plumaje más valorado es el suave, pero para ser valorado como óptimo y concederle los 10 puntos, debe ser vaporoso pero también sostenido (que los rizos no estén caídos).


 
        En este apartado no se debe valorar si los flancos o aletas están más o menos sostenidos, ya que para esta valoración tenemos un apartado específico,  pero debemos prestar mucha atención que la suavidad del plumaje no alcance un nivel tal como para generar un plumaje muy masivo, muy amontonado, sin dejar que aparezca la forma de los diversos rizos del canario. Este tipo de plumaje es penalizado.

 
         Está claro que un plumaje duro y áspero nunca podrá ser evaluado como óptimo, con una puntuación de 10, en cuanto que no permite la máxima expresión de la voluminosidad.
         Los ejemplares con el plumaje muy duro, resultantes de los emparejamientos de intenso con intenso, o verde con verde o pintado clásico con verde, frecuentemente no tienen las rémiges perfectamente imbricadas,

  y también presentan a veces el defecto de la doble ala, bien conocida en el Gibber. Estos canarios con este tipo de plumaje pueden ser utilísimos en los criaderos, pero en los concursos deben ser penalizados fuertemente.
         En este apartado se debe valorar en su justa medida la calidad y la vaporosidad del plumaje y analizar y observar si alcanza la SUAVIDAD IDEAL.  
         En esta raza, como en el Rizado de Paris, en este apartado no se valora el abdomen, pues se hace en el apartado BAJO PECHO Y ABDOMEN.
 Lo que sí se valora en este apartado son los CULOTTES: plumas largas y abundantes que surgen del fémur.
         La puntuación en este apartado es de 5 a 10 puntos.
MANTO Y RAMILLETE.- 10 puntos.
         Las plumas de la espalda deben ser anchas, largas y espesas. Conjuntamente deben formar un rizo armónico y muy vaporoso, sin raya mediana.
         El manto en forma de ROSA es una característica de mucho valor y está formada por plumas largas y anchas que salen del centro de la espalda como si fuesen los pétalos de una flor.
 

 
          La Rosa más apreciada es la que comprende los ¾ del manto y se interrumpe en la parte posterior donde hay un espacio vacío con lo que adquiere la forma de una V invertida. Cuanto más grande sea  la Rosa y de forma más regular más valor tiene.
 
         Un ejemplar con el Manto tradicional, a la manera del Parisino recibirá, solamente por esto, una penalización de 2 puntos.
         El Ramillete de la grupa (parte baja de la espalda) nace en el segundo tramo del pterilo dorsal  ye se expande en la forma de una almendra. En esta zona se ramifica en un grupo de plumas anchas y largas que constituyen una masa vaporosa de plumas llamada Ramillete, dichas plumas son habitualmente de un color más intenso y se tienen que distribuir uniformemente hacia los lados, formando así un Ramillete de la grupa muy largo.
         El Ramillete de la Grupa tiene plumas muy largas que se elevan y cubren los márgenes superiores de las alas. La parte restante de las largas plumas se aplastan por rémiges (las plumas de vuelo)  y sobresalen por la parte inferior de las mismas, constituyendo el Ramillete Lateral, uno por cada lado.
         En la mayoría de los ejemplares, cuando están en posición de trabajo las alas se cruzan más o menos ligeramente, y esto puede ocultar parcial o totalmente el Ramillete.
         El Ramillete lateral no es más que la parte inferior del Ramillete de la espalda o grupa que sobresale de las alas.
         La punta de las plumas del Ramillete de la espalda que vienen a encontrarse tras el Ramillete Lateral (en los dos lados) y las primeras plumas de gallo, constituyen el Paracerco.
La posible puntuación en este apartado va de 5 a 10 puntos.
FLANCOS O ALETAS.- 15 puntos.
         Estos son los rizos más apreciados y más valorados.
 

 Uno a cada lado, los flancos deben ser simétricos, bien desarrollados, curvados hacia arriba, acercándose vaporosamente hacia las alas, sin insuficiencias ni escaseces.
 
Flancos insuficientes.
         Un defecto frecuente en los ejemplares de plumaje débil, es la tendencia de las plumas a caer flácidamente hacia delante, haciendo perder toda la belleza a este rizo característico (conviene recordar que en todas las Razas Rizadas los flancos son los rizos más vistosos y característicos).
 
        Los flancos abiertos, caídos hacia delante o no bien curvados hacia arriba hay que considerarlos solo como buenos y se les otorgará una puntuación de 12 – 13 puntos siempre que sean simétricos. Con defectos mayores se les considerará como suficientes.
La puntuación posible es de 8 a 15 puntos.
PECHO Y ABDOMEN. – 10 puntos.
         En el pecho, las plumas se originan en el primer tramo doble del pterilo ventral, uno a cada lado, y convergen hacia lo alto y hacia adelante, y se reducen en la zona próxima al collar, sin originar ninguna cavidad.
         Los rizos del pecho deben ser muy voluminosos, llenos, prominentes y simétricos, tanto en volumen como en forma.
         En el abdomen, las plumas se originan sobre cada lado de la segunda porción del doble tramo del pterilo ventral,  y están vueltas hacia delante y hacia arriba y se encuentran armoniosamente con la parte inferior de los rizos del pecho sin dejar ningún hueco.
La puntuación posible va de 5 a 10 puntos.

CABEZA, CUELLO Y BAVERO REALZADO.- 15 puntos.
         En este apartado están recogidas las características más importantes y características de esta raza.
         La cabeza debe ser gruesa y voluminosa, de forma esférica y no oval, el pico de forma cónica, con la base grande, los ojos redondos y regulares, los favoritos bien desarrollados.
         El cuello, robusto y bien proporcionado con la cabeza y el tronco del ejemplar, debe estar bien recubierto de plumas que forman un collar completo donde, en la parte anterior, cuando el canario tiene un pecho adecuado, las plumas de este último, lamen o rompen suavemente la parte anterior  del collar, formando un canal,

 mientras que en la parte posterior las plumas que lo forman se adhieren a la nuca, y su extensión debe ser más alta en la parte posterior, y consiste en un conjunto de plumas que nacen de la base de la nuca, extendiéndose también lateralmente, bien abultadas, con la base ancha y redondeada y que armonice bien con las regiones colindantes.
         La cabeza con CAPUCHA COMPLETA es la máxima expresión de la cabeza, y cuando es gruesa, voluminosa y de forma esférica obtendrá la consideración de óptima.
 
         Cuando la cabeza tiene ¼ de capucha, ½ capucha y ¾ de capucha, puede ser considerada de muy buena a buena, dependiendo de otras características.
         Sin embargo hay que prestar atención a las cabezas pequeñas o que son ovaladas, que deben ser consideradas apenas suficientes.
         La puntuación posible va de 8 a 15 puntos.
         ALAS.- 5 puntos.
         Las alas deben ser largas, bien adheridas al cuerpo, bien arrimadas a la espalda y bien sostenidas. Las puntas se tocan en el comienzo de la cola, aunque pueden sobrepasarla ligeramente. Se admite una ligera superposición de la punta de las alas.
         La puntuación posible es de 2 a 5 puntos.
PATAS.- 5 puntos.
         Tibia, tarso y dedos fuertes, robustos, bien formados, de mediana longitud, colocadas hacia atrás de forma que permitan al canario tomar la posición de 60º respecto a la horizontal.
          Los dedos fuertes, no deformes, con uñas enteras tendentes a la forma de sacacorchos. La longitud y dimensiones de los muslos y de las patas deben estar en proporción con el resto del cuerpo. Los muslos y patas tienen que estar recubiertas de plumas espesas que forman las calzas, las  cuales se puntúan y valoran en el apartado del plumaje. 
La puntuación posible está entre 2 y 5 puntos.
COLA.- 10 puntos.
         La cola está compuesta de 12 plumas timoneras, de la sobrecola y de la subcola.
         La cola debe tener una uniforme constitución de timoneras íntegras y normalmente desarrolladas. Estructuralmente debe ser robusta (larga, ancha y espesa) y homogénea (igualmente espesa y larga en toda su longitud y con las plumas timoneras colocadas ordenadamente).
         No hay que considerar como defecto una cola ligeramente caída respecto al eje mediano del cuerpo. La cola debe terminar en forma cuadrada, no en punta ni bifurcada.
         En los ejemplares de gran talla, parte de la cual depende de la longitud de las timoneras, la cola, a menudo, no es homogénea, es decir, las timoneras no forman un todo único, por lo que debemos penalizarlo con uno o dos puntos, y siempre en relación con las subcaudales. Naturalmente un pequeño espacio no compromete la homogeneidad.
         La cola corta es más fácil que sea homogenea, pero por ser corta, y desproporcionada al volumen del canario será penalizada con uno o dos puntos.
          La subcola debe tener PLUMAS DE GALLO, largas, anchas y falciformes, y deben ser 5 por cada lado, aunque 3 son suficientes si están bien desarrolladas. Si faltan totalmente se penalizará con uno o dos puntos.
         La sobrecola debe ser idealmente consistente, robusta, compacta y bien recogida. 
La puntuación puede variar de 5 a 10 puntos.
CONDICIÓN GENERAL.- 5 puntos.
         Lleno de vigor, salud perfecta, lleno de vida con movimientos vivaces y bien equilibrados. Limpio.
         Puntuación posible de 2 a 5 puntos.

 

martes, 5 de agosto de 2014

CONSTRUCCION DE UNA ESTIRPE PROPIA
         Este artículo forma parte de una serie de artículos sobre el Fiorino, en el que uno de los creadores, Umberto Zingoni, explica porqué la consanguinidad es fundamental para construir una buena estirpe. Lo que se dice en este artículo es válido para cualquier raza de canarios.  
 
         Lo primero que hay que hacer es una selección inicial de los canarios que se van a cruzar entre sí, y para llegar a tener un stamm o estirpe propia, de gran calidad, que se acerque lo más posible a las características del estándar  hay que trabajar en consanguinidad, pues la consanguinidad absoluta es el único camino que puede llevar al éxito. Solo actuando de este modo, con el paso de los años se forma una estirpe, que progresivamente, tras la rigurosa exclusión de los ejemplares no deseables, se va haciendo cada vez más homogéneo. De esta forma la uniformidad, es decir la exclusión progresiva, categórica y fenotípica de los genes no deseados  del genoma de los ejemplares seleccionados, aumenta de generación en generación y se forma una estirpe cada vez más uniforme.
          Así se concreta el hecho que desde el punto de vista genético no hay gran diferencia entre un ejemplar de primerísima categoría  y otro de categoría menor, porque la diferencia puede muy bien depender de la cantidad de genes recesivos y de la diferente recombinación de los mismos (posiblemente también de los llamados genes modificadores) responsables de diversas modificaciones.
          Hablando del mismo orden de cosas, la adquisición a un buen precio de un ejemplar más modesto que otro, pero que ambos pertenecen a la misma estirpe, es una regla muy aconsejable, porque con menor precio se adquiere la misma composición genética. Pero estas son cosas que muchos criadores, especialmente si llevan mucho tiempo, saben bien y no les parece nada novedoso y que sirve para enfatizar que una pareja de menor valor respecto a otra de más calidad,  da crías más hermosas que las de mayor valor respecto a la norma; siempre y cuando pertenezcan al mismo stam o estirpe.
           En lo que respecta a nosotros, a nuestra estirpe, es cierto que ejemplares que hemos obtenido y que han pasado a otros criadores, éstos han continuado criando en total consanguinidad, teniendo la mayor garantía  posible de obtener hijos de alto nivel.
         Es deplorable que haya criadores que hablando de su propia estirpe digan que lo han obtenido en pocas generaciones, o peor aún, han continuado introduciendo ejemplares de otra estirpe. Después de un cierto número de generaciones solo la selección rigurosa puede dar los resultados esperados, siempre y cuando se hayan tenido presente dos afirmaciones que muchos tiene en cuenta: sin una rigurosa selección la consanguinidad no tiene sentido y el sentimentalismo es el peor enemigo de la selección.
         Sin embargo existe una excepción. Si algunos ejemplares de una estirpe bien establecida, es decir de una verdadera estirpe, se han pasado a otro criador que ha continuado criando en total consanguinidad, y en esta estirpe paralela alguna característica (longitud, calidad del plumaje, forma de la moña, etc.), por cualquier afortunada mutación es mejor que la de la primera estirpe, entonces, si se tiene la certeza de que todo ha ocurrido así, la introducción de ejemplares de esta segunda estirpe en la primera, es del todo aceptable.

         En este sentido conviene recordar la regla de que si una estirpe se divide y una parte pasa a otro criador y las dos estirpes han tenido una correcta selección durante muchos años, en este largo periodo de tiempo seguramente que han aparecido minimutaciones diferentes, que con el paso del tiempo han originado dos estirpes algo diferentes entre sí, en tal caso se pueden pasar ejemplares de una estirpe a otra.
Traducción y adaptación de un artículo de
  Umberto Zingoni aparecido en Internet