EL
RIZADO DE PARÍS
Es una raza antigua caracterizada por su
gran talla y los característicos rizos
en todas las partes del cuerpo, dos características fundamentales que debe
poseer todo ejemplar de calidad.
Es necesario insistir en que en el Parisien
la longitud debe ser proporcionada y que debe haber una armónica proporción
entre las tres partes en que se divide el cuerpo: cabeza, tronco y cola. Por
ejemplo, una gruesa cabeza en un ejemplar con una cola pequeña, o viceversa,
rompen esa armonía; un pecho y un abdomen con rizos poco voluminosos hacen
parecer al canario desproporcionadamente largo.
La valoración de la calidad de los rizos
no es fácil para quien no sea un criador de esta raza, pero es oportuno
insistir sobre este punto para poder distinguir un gran Parisino provisto de
bellos y abundantes rizos por todo el cuerpo, de un Parisino lleno de ricitos.
Esta expresión tiene un tono despectivo porque debe quedar claro que cada zona
debe estar provista de rizos de determinadas características conforme a los
criterios de enjuiciamiento.
El examen preliminar se centrará en la
armonía de las tres partes del cuerpo y en la tipicidad del plumaje y de los
rizos.
COMENTARIO SOBRE CADA UNO DE LOS APARTADOS DE
LA FICHA DE ENJUICIAMIENTO
TALLA. – 10 puntos. Longitud mínima 19 cm. con proporciones
perfectas y forma armoniosa.
El
apartado talla implica en esta raza, más que en ninguna otra, el concepto de
Forma y Armonía de las diversas partes del cuerpo, factor fundamental para que
el pájaro sea elegante. Una longitud mayor en un canario no puede estar
separada de la forma, en el sentido de que con una mayor longitud la forma debe
quedar sin alterar, lo que supone que los otros factores también deben
aumentar, es decir, debe aumentar la MOLE del ejemplar.
Se
puede decir que si la proporción se mantiene, cuando aumenta la longitud debe
aumentar también la mole. Algunos criadores se preocupan en exceso de la
longitud a costa de la mole o volumen del canario.
Es
fácil comprobar que ejemplares de 19 – 20 cm de largo (que no son pocos) tienen
una magnífica cantidad de óptimo plumaje y buenos flancos más frecuentemente
que los ejemplares de 21 – 22 cm, pues en estos canarios la longitud no está
acompañada de un proporcionado y armónico aumento del plumaje, y por tanto de
la MOLE. La forma es menos llena, los flancos pierden la forma correcta, el
plumaje del abdomen pierde vaporosidad y suavidad, la culotte está caída, etc.
Habíamos
dicho “más frecuentemente” pero hay
que puntualizar que no siempre es así, y que hay ejemplares de gran longitud y
gran mole, lo que quiere decir que los canarios han ido evolucionando en los
últimos años, ya que anteriormente era impensable la existencia de canarios
como los de ahora.
De todo esto se deriva que no es fácil
para el juez cuantificar la importancia y la contribución de la longitud y de
la masa corporal y valorar la mejor.
Un ejemplo clarificador. Tenemos cuatro
ejemplares de longitudes 19, 20, 21 y 22
cm. Si en todos los sujetos el aumento de la longitud conlleva un aumento del
volumen sin que el plumaje se deteriore, podremos dar una puntuación de 90, 91,
92 y 93 puntos, o tal vez, incluso mejor 90, 91, 93 y 95 puntos. Pero si esto
no ha ocurrido y el ejemplar más pequeño compensa su talla con un perfecto
plumaje y el ejemplar más grande tiene un plumaje inferior, la puntuación puede
ser la misma lo que muchas veces es motivo de crítica, aunque esta sea errónea.
El juez en el momento en que hace su
valoración comparativa no debe dejarse influenciar de la idea que es más fácil criar un canario más corto, o que no es
posible pretender que el ejemplar más grande tenga el plumaje de la misma
calidad que el ejemplar más corto. Tales consideraciones pueden ser ciertas, pero
deben hacerse en otros momentos, no en
el momento del enjuiciamiento, donde se enjuicia lo que se ve.
Tampoco es admisible que un juez conceda
a una hermosa hembra más puntuación que
a un macho de la misma calidad, porque en igualdad de volumen una hembra se
considera de más calidad que un macho. Repetimos que el enjuiciamiento es otra
cosa, porque puede ser que en determinado momento la hembra se ponga a cantar.
Hay que recordar que un canario de
plumaje duro parece más largo que uno de igual longitud pero de plumaje suave,
ya que es más largo y vaporoso.
POSICIÓN – 5 puntos. Erguido, fiero, majestuoso, tronco y cola en
línea, formando un ángulo con la horizontal de cerca de 50º.
Una vez excluida toda posición que no
sea “fiera y majestuosa” y con la cola en línea con el cuerpo, toda otra
consideración es superflua.
En otras
palabras, la posición más o menos de rana, con un ángulo entre el cuerpo y la
cola, hay que considerarlas defectuosas y se les concederá entre 3 y 4 puntos.
Naturalmente
la valoración de la posición hay que hacerla cuando el canario está vigilante.
Algunos
ejemplares de mucho valor, las largas plumas de la cabeza que caen sobre los
ojos, impiden la normal visión del animal, obligando al canario a alargar el
cuello tomando entonces el ejemplar una posición excesivamente levantada. A
nuestro parecer esto no perjudica la elegancia del canario, sin embargo tal
posición puede considerarse no correcta del todo.
PLUMAJE – 10 puntos. Abundante, voluminoso, sedoso.
Los ejemplares de plumaje duro nunca
podrán obtener la misma puntuación que otro que tenga el plumaje suave.
En este apartado hay que tener en cuenta
eventuales vacíos en el plumaje, es decir, zonas en las que faltan los rizos:
donde más frecuentemente se localizan estos vacíos es en el pliegue de las alas
(carpo). A esta zona tienen que llegar los rizos de los flancos o aletas, los
de la espalda y del cuello, con lo que esta zona debe estar cubierta de plumas
que provienen de las regiones circundantes mencionadas. Este es el motivo por
el que el ala no debe ser visible.
En este apartado del plumaje no se debe
valorar el abdomen, el cual se valora junto con el pecho o jabot. Sin embargo sí
que hay que valorar la culotte, que debe tener un desarrollo y vaporosidad
máxima de las plumas.
MANTO O ESPALDA – 10 puntos. Bien repartida, simétrica, voluminosa,
extendiéndose por todo el dorso, bouquet vaporoso y paracerco abundante.
El manto comprende todas las plumas que
nacen del pterilo dorsal. La espalda debe ser lo más extensa posible y
simétrica. No se admite la espalda en forma de rosa porque es una
característica del Rizado Gigante.
El bouquet de la espalda es casi siempre
unilateral. Su ausencia conlleva la
pérdida de un punto. En los raros casos
en que aparece simétrico hay que considerarlo como un carácter de
altísimo valor.
FLANCOS O ALETAS – 15 puntos. Muy voluminosos, levantados y deben
sobrepasar el margen inferior de la espalda.
Constituyen el apartado que más que
cualquier otro sufre el excesivo aumento de la longitud, y consecuentemente un
deterioro de la implantación de las plumas en la piel, por lo que los
ejemplares mejores en otros apartados pecan de tener caídos o no bien
sostenidos los flancos.
Se puede decir que los flancos son el
testimonio de la robustez de las plumas y por este motivo se concede a este
apartado el máximo de puntos (15). El estándar exige que los flancos estén curvados hacia arriba, y en
cambio, demasiado a menudo están abiertos, especialmente en el lado anterior.
Otro defecto frecuente en los ejemplares de
plumaje débil, es la tendencia de las plumas a caer flácidamente hacia delante,
haciendo perder toda la belleza a este rizo característico (conviene recordar
que en todas las Razas Rizadas los flancos son los rizos más vistosos y
característicos).
Los flancos abiertos, caídos hacia
delante o no bien curvados hacia arriba hay que considerarlos solo como buenos
y se les otorgará una puntuación de 12 – 13 puntos siempre que sean simétricos.
Con defectos mayores se les considerará como suficientes.
Tal como se dijo en los criterios del
Rizado del Norte, la separación entre los rizos del pecho y los flancos recibe
el nombre de Stacco. En esta raza el juez no podrá pretender que el stacco
tenga la misma nitidez que tiene en otras razas.
PECHO O JABOT – 15 puntos. Lleno, simétrico, muy desarrollado, extendido
desde el pecho hasta el abdomen sin interrupciones.
En el Paduano hay una separación entre
los rizos del pecho y el abdomen. En el Rizado Gigante Italiano las plumas del
pecho están dirigidas hacia arriba, distintas de las del abdomen. En el
Parisien el pecho y el abdomen deben aparecer como un único y gran rizo, o
dicho de otra manera, como un gran pecho o jabot que cubre toda la región
ventral.
Naturalmente las plumas que cubren el pecho
son mas sostenidas (rígidas, que no pierden su posición) que las que cubren el
abdomen. Pero en un pecho de gran valor no debe señalarse, aunque sí debe ser
visible, un surco mediano que corresponde a la línea del esternón, la que da la
idea o impresión del pecho doble; tal surco es un signo de calidad.
En los
ejemplares más plumosos, más espesos, por varias razones es de esperar que las plumas del abdomen estén
aplastadas, lo que hace que aparezca el pecho o jabot corto. Si este pecho es de óptima calidad, será considerado
como Bueno y se le concederán 12 puntos.
CABEZA, CUELLO Y COLLAR – 10 puntos. Cabeza voluminosa, rizos de la cabeza,
simple, doble o en forma de casco, favoritos (plumas de las mejillas)
abundantes.
La variabilidad de los rizos de la
cabeza varía muchísimo de unos ejemplares a otros. Como orientación definiremos
de forma genérica los rizos de la cabeza.
Rizo simple: formado por plumas que
se dirigen hacia un solo lado de la cabeza.
Rizo doble: formado por plumas en los
dos lados de la cabeza, independientemente de su simetría y de que los rizos de
una parte de la cabeza cubran parcialmente o entren en la otra parte.
Casco o elmo: es un rizo en el cual
las plumas de la parte de la nuca se levantan para formar una especie de
cresta. Esta descripción hay que tenerla clara para distinguir este rizo que
está presente en el Parisino, del de el Rizado Gigante, que es totalmente
diferente.
Dado
que hay muchas formas del plumaje de la cabeza, la valoración se hará
fundamentalmente sobre el volumen de dichos rizos fijándose en los varios
diámetros que pueden presentar y en la originalidad que la experiencia permita
destacar.
Las
plumas de las mejillas son muy abundantes, dando lugar a dos voluminosos favoritos que dan la impresión de
impedir que el collar ocupe la parte anterior y lateral del cuello. La
dirección de las plumas puede ser variada y siempre correcta.
La
pequeña región de la barbilla es la única que no tiene rizos, pero justo debajo
nace de repente el rizo simétrico de la gola,
que está entre el collar y los favoritos. En este rizo de la gola su margen
inferior se confunde con el collar, mientras que por los lados se insinúa bajo
los favoritos, realzando la parte anterior de los mismos y dándoles su aspecto
característico.
El
collar debe está adherido a la
cabeza y encerrarla completamente como el borde de un joven hongo que aún no ha
terminado de salir. Esto solamente es posible si para formarlo contribuyen la
mayoría de las plumas del borde del pterilo de la cabeza; si contribuyen en su
lugar preferentemente las plumas del pterilo ventral y dorsal, el collar resulta
menos homogeneo y menos adherido a la cabeza. Lo ideal es la completa fusión de
estos dos componentes.
Es
fácil darse cuenta cuando un collar corresponde al pterilo craneal observando
al ejemplar en el momento en que gira la cabeza a un lado y a otro; el collar
nacido de la cabeza gira con la misma, porque está sólidamente unida a ella. en
los ejemplares de alta calidad se percibe eventualmente un surco en torno al
cuello que corresponde a las dos superficies que le han originado (pterilo de
la cabeza – pterilo ventral y dorsal).
Un
collar incompleto o demasiado bajo, tal que no se una con la base de la cabeza perderá 1 punto, mientras que por la casi
total ausencia del collar perderá 2 puntos.
ALAS
– 5 puntos. Completas de plumas, normalmente
desarrolladas, bien adheridas al cuerpo sin estar colgantes o cruzadas.
Conviene
recordar que en los Parisien de mucho plumaje las rémiges secundarias no se
imbrican regularmente y por lo tanto las alas resultan descompuestas;
naturalmente hay que considerar el defecto, pero si no desdice mucho hay que
tener presente que este apartado solo tiene 5 puntos y la penalización debe ser
muy pequeña.
PATAS
– 5 puntos. Patas robustas, agarrándose bien al
palo, uñas en forma de sacacorchos y tendiendo a serlo.
Robustas, en parte cubiertas de plumas. Con las uñas anteriores que pueden ser normales,
plegadas o en sacacorchos, sin que esto constituya un mérito o un demérito.
La
uña posterior debe estar íntegra, si no lo está se descalifica al canario. La
rotura de una o dos uñas anteriores
supone una puntuación de 3 ó 4 puntos.
COLA
– 5 puntos. Homogénea, robusta, con la extremidad
cuadrada, con las timoneras muy largas y rectas, las plumas de encima de la
cola deben tener numerosas plumas de gallo largas y falciformes, la parte baja
del nacimiento de la cola debe estar recogida y ser consistente.
Como en el Paduano este apartado comprende las timoneras, las
plumas de gallo y además las subcaudales (por debajo del nacimiento de la cola
o de las timoneras).
En
los ejemplares de gran talla, parte de la cual depende de la longitud de las
timoneras, la cola, a menudo, no es homogénea, es decir, las timoneras no
forman un todo único, por lo que debemos penalizarlo
con uno o dos puntos, y siempre en relación con las subcaudales. Naturalmente
un pequeño espacio no compromete la homogeneidad.
La
cola corta es más fácil que sea homogenea, pero por ser corta, y
desproporcionada al volumen del canario será
penalizada con uno o dos puntos.
Las plumas de gallo en general son 10, y lo ideal es que
tenga 5 a cada lado. Por lo menos debe tener 3 y bien desarrolladas. Si faltan
totalmente se penalizará con uno o dos
puntos.
CONDICIÓN
GENERAL – 5 puntos. Buena salud, limpieza, temperamento
vigilante.
En el Parisien este apartado se refiere sobre todo a la
limpieza de las plumas de la región abdominal, limpieza que no afecte a la
vaporosidad del plumaje, por lo que la penalización final puede ser de dos
puntos, uno referente al plumaje y otro a este apartado.
El
juez no considerará como una escusa el hecho de que un canario tan rico en
plumaje vaporoso dificilmente pueda mantenerse limpio durante el
enjuiciamiento, sobre todo en la zona anal. Como cualquier otra raza, un
ejemplar sucio, especialmente en la región anal, es bastante desagradable de
ver, sobre todo por parte de los visitantes a una exposición.