RIZOS EN LA CABEZA DEL RIZADO GIGANTE ITALIANO (A.G.I)
Parte de este artículo es una traducción de fragmentos del libro
de Giorgio de Baseggio CANARINI ARRICIATI PESANTI.
La raza A.G.I posee una
cabeza gruesa y redonda o que tiende a esa forma, y está adornada por el Babero Realzado, de un
rico plumaje espeso, embellecido por un homogéneo y espeso collar que parece
complementarlos armoniosamente. Solo con una rigurosa selección es posible
fijar genéticamente determinados tipos de cabeza en un criadero. Tratándose de
caracteres genéticamente cuantitativos es necesario acumular el mayor número
posible de genes portadores del carácter de un determinado tipo de cabeza. En
un principio si queremos que en nuestro criadero prevalezca un determinado tipo
de cabeza, debemos emparejar entre si los ejemplares que tengan esta
característica o sean hijos de padres
portadores, al menos, de este carácter. Si por el contrario no nos importa que
en nuestro criadero prevalezca un determinado tipo de cabeza, en la elección de
los reproductores siempre hay que tener en cuenta un criterio fundamental: en
todos los reproductores la cabeza debe ser gruesa y que sea lo más redonda
posible, siempre con el babero realzado.
Hay que prestar atención al pico ya
que salvo excepciones la cabeza con la frente y la barbilla amplias, ponen en
evidencia un pico de base amplia y alta y viceversa. Hay que evitar siempre
criar con ejemplares que tienen la frente y la base del pico estrechas, ya que es un grave defecto muy
difícil de erradicar de un criadero.
Los
rizos que puede tener en la cabeza el Rizado Gigante Italiano pueden ser muy
diversos. En los siguientes dibujos y fotografías se muestran algunas de las
cabezas más valiosas de esta raza de canarios.
CAPUCHA COMPLETA
INICIO DE CAPUCHA
DOBLE COFIA CON BABERO REALZADO
CABEZA DE YUNQUE EXTENDIDO CON BABERO
REALZADO
COPETE CON BABERO REALZADO
Se ha dicho anteriormente que si se
lleva haciendo una selección de un determinado tipo de cabeza es posible prever
que un porcentaje de hijos saldrá como sus padres, pero en una raza de provista
de rizos de gran tamaño no es posible pretender que nazcan hijos con un solo
tipo de cabeza. De la unión de dos
ejemplares con dos tipos de cabeza
nacerán una gran variedad de tipos.
A
la hora de emparejar los ejemplares se deben de tener en cuenta el tipo de
cabeza que tienen. Como norma no se debe
emparejar nunca dos ejemplares con el mismo tipo de cabeza.
En
la elección de la cabeza también hay que elegir el collar más uniforme y mejor
formado.
El
emparejamiento de dos ejemplares con capucha completa se debe evitar pues
difícilmente nacerán de dicho cruce hijos que tengan una buena capucha.
Evitando
siempre el cruzamiento de capucha
completa X capucha completa, es posible emparejar ejemplares con el mismo tipo
de cabeza pero compensando las características de uno y otro. Ejemplos:
Doble cofia muy desarrollada X Doble cofia poco desarrollada. Capucha completa X Inicio de capucha. Estos
emparejamientos se hacen cuando se quiere fijar genéticamente en un criadero un
cierto tipo de cabezas (normalmente aplicando algún tipo de consanguinidad).
Si
se desea hacer prevalecer entre los ejemplares del criadero un cierto tipo de
cabeza entonces sí que se deben
emparejar dos canarios con el mismo tipo de cabeza pero buscando que entre las
cabezas de los dos ejemplares haya diferencias en extensión y volumen del
plumaje, tal como se acaba de decir anteriormente. Este tipo de cruzamientos se
debe hacer durante algunos años, hasta que esté fijado dicho carácter y en los
años sucesivos se deben emparejar con
otro tipo de cabezas (algunos criadores
dicen que esto sirve para equilibrar los caracteres).
En
caso de elegir cabezas con capucha, los diversos tipos de las mismas son los
siguientes:
2.- Tres cuartos de capucha.
3.- Media capucha.
4.- Un cuarto de capucha
No hay que olvidar que siempre se
deben cruzar ejemplares con distintos tipos de capucha.
EL
CASO DE LA CAPUCHA COMPLETA.
La
capucha completa es el tipo de cabeza por excelencia en la raza A.G.I, es el
tipo de cabeza que mejor caracteriza a esta raza. Pero este tipo de cabeza es
el que ocasiona mayores problemas de salud en los pájaros. El 70% de los
canarios que lo tienen, están ciegos el 2º año, el 3er año el porcentaje sube
hasta el 90 – 95%. A la vista de estos datos se pueden deducir estos dos
supuestos:
a) El largo plumaje que recubre el ojo
impidiendo la visibilidad, tal vez irritándolo
con las plumas que lo rozan, van poco a poco dejando ciego al canario.
b) También se puede suponer que el
“carácter Capucha Completa” está ligado a una tara hereditaria de carácter
recesivo de ceguera total o parcial.
Posiblemente la causa se
deba a los dos supuestos. Quizá haya una predisposición genética que se ve
desarrollada por el plumaje que roza los ojos.
Todo criador que se
encuentre en esta situación, lo primero que debe hacer es intentar averiguar
cuál es la causa de la ceguera. A los canarios que tengan una Capucha Completa
se les deben recortar las plumas que puedan rozar con los ojos tan pronto como
vengan de las exposiciones o en cuanto hayamos decidido no presentarlos. Si los
canarios no desarrollan la ceguera en tres años es señal clara de que ese
defecto no está en los genes y solo se debe al roce con las plumas.
En este caso el criador debe observar
a sus canarios. Hay ejemplares que tienen la Capucha muy cerrada y los ojos
apenas son visibles. Lógicamente es muy probable que las plumas rocen mucho los
ojos y les provoquen la ceguera más o menos pronto.
Hay otros ejemplares en los que la Capucha
está más abierta y los ojos son más visibles. El criador debe seleccionar entre
estos ejemplares de Capucha más abierta y ojos más visibles a sus
reproductores.
Pero
si a pesar de cortar las plumas cercanas a los ojos se produce la ceguera en
los canarios entonces la causa de dicha ceguera es genética. Un ejemplar ciego
afortunadamente no es válido para la reproducción, y digo afortunadamente,
porque si la tara es genética, así no la trasmite a sus descendientes. Hay que
eliminar a todos los ejemplares que dan
hijos ciegos porque si no estamos fortaleciendo genéticamente esa tara.
Si en nuestro criadero hay ejemplares que no se quedan ciegos ni dan hijos
ciegos entonces debemos trabajar solo con ellos. Si la ceguera está muy
extendida debemos refrescar sangre introduciendo ejemplares de un criadero que
no tenga esta tara.