viernes, 27 de septiembre de 2013

RIZOS EN LA CABEZA DEL RIZADO GIGANTE ITALIANO (A.G.I)
Parte de este artículo es una traducción de fragmentos del libro de Giorgio de Baseggio CANARINI ARRICIATI PESANTI.
La raza A.G.I posee una cabeza gruesa y redonda o que tiende a esa forma,  y está adornada por el Babero Realzado, de un rico plumaje espeso, embellecido por un homogéneo y espeso collar que parece complementarlos armoniosamente. Solo con una rigurosa selección es posible fijar genéticamente determinados tipos de cabeza en un criadero. Tratándose de caracteres genéticamente cuantitativos es necesario acumular el mayor número posible de genes portadores del carácter de un determinado tipo de cabeza. En un principio si queremos que en nuestro criadero prevalezca un determinado tipo de cabeza, debemos emparejar entre si los ejemplares que tengan esta característica  o sean hijos de padres portadores, al menos, de este carácter. Si por el contrario no nos importa que en nuestro criadero prevalezca un determinado tipo de cabeza, en la elección de los reproductores siempre hay que tener en cuenta un criterio fundamental: en todos los reproductores la cabeza debe ser gruesa y que sea lo más redonda posible, siempre con el babero realzado.
            Hay que prestar atención al pico ya que salvo excepciones la cabeza con la frente y la barbilla amplias, ponen en evidencia un pico de base amplia y alta y viceversa. Hay que evitar siempre criar con ejemplares que tienen la frente y la base del pico  estrechas, ya que es un grave defecto muy difícil de erradicar de un criadero.
            Los rizos que puede tener en la cabeza el Rizado Gigante Italiano pueden ser muy diversos. En los siguientes dibujos y fotografías se muestran algunas de las cabezas más valiosas de esta raza de canarios. 
   
CAPUCHA COMPLETA

 
INICIO DE CAPUCHA 
 
 

DOBLE COFIA CON BABERO REALZADO
 
CABEZA DE YUNQUE EXTENDIDO CON BABERO REALZADO
 
 
COPETE CON BABERO REALZADO 
            Se ha dicho anteriormente que si se lleva haciendo una selección de un determinado tipo de cabeza es posible prever que un porcentaje de hijos saldrá como sus padres, pero en una raza de provista de rizos de gran tamaño no es posible pretender que nazcan hijos con un solo tipo de cabeza.  De la unión de dos ejemplares  con dos tipos de cabeza nacerán una gran variedad de tipos.
            A la hora de emparejar los ejemplares se deben de tener en cuenta el tipo de cabeza que tienen.  Como norma no se debe emparejar nunca dos ejemplares con el mismo tipo de cabeza.
            En la elección de la cabeza también hay que elegir el collar más uniforme y mejor formado.
            El emparejamiento de dos ejemplares con capucha completa se debe evitar pues difícilmente nacerán de dicho cruce hijos que tengan una buena capucha.
            Evitando siempre el cruzamiento de  capucha completa X capucha completa, es posible emparejar ejemplares con el mismo tipo de cabeza  pero compensando las  características de uno y otro. Ejemplos: Doble cofia muy desarrollada X Doble cofia poco desarrollada.  Capucha completa X Inicio de capucha. Estos emparejamientos se hacen cuando se quiere fijar genéticamente en un criadero un cierto tipo de cabezas (normalmente aplicando algún tipo de consanguinidad).
            Si se desea hacer prevalecer entre los ejemplares del criadero un cierto tipo de cabeza  entonces sí que se deben emparejar dos canarios con el mismo tipo de cabeza pero buscando que entre las cabezas de los dos ejemplares haya diferencias en extensión y volumen del plumaje, tal como se acaba de decir anteriormente. Este tipo de cruzamientos se debe hacer durante algunos años, hasta que esté fijado dicho carácter y en los años sucesivos  se deben emparejar con otro  tipo de cabezas (algunos criadores dicen que esto sirve para equilibrar los caracteres).
            En caso de elegir cabezas con capucha, los diversos tipos de las mismas son los siguientes:
 
1.- Capucha completa
 2.-  Tres cuartos de capucha.
 3.- Media capucha.
  4.- Un cuarto de capucha
No hay que olvidar que siempre se deben cruzar ejemplares con distintos tipos de capucha.
                        EL CASO DE LA CAPUCHA COMPLETA.
            La capucha completa es el tipo de cabeza por excelencia en la raza A.G.I, es el tipo de cabeza que mejor caracteriza a esta raza. Pero este tipo de cabeza es el que ocasiona mayores problemas de salud en los pájaros. El 70% de los canarios que lo tienen, están ciegos el 2º año, el 3er año el porcentaje sube hasta el 90 – 95%. A la vista de estos datos se pueden deducir estos dos supuestos:
a)     El largo plumaje que recubre el ojo impidiendo la visibilidad, tal vez irritándolo  con las plumas que lo rozan, van poco a poco dejando ciego al canario.
b)    También se puede suponer que el “carácter Capucha Completa” está ligado a una tara hereditaria de carácter recesivo de ceguera total o parcial.
Posiblemente la causa se deba a los dos supuestos. Quizá haya una predisposición genética que se ve desarrollada por el plumaje que roza los ojos.
Todo criador que se encuentre en esta situación, lo primero que debe hacer es intentar averiguar cuál es la causa de la ceguera. A los canarios que tengan una Capucha Completa se les deben recortar las plumas que puedan rozar con los ojos tan pronto como vengan de las exposiciones o en cuanto hayamos decidido no presentarlos. Si los canarios no desarrollan la ceguera en tres años es señal clara de que ese defecto no está en los genes y solo se debe al roce con las plumas.



En este caso el criador debe observar a sus canarios. Hay ejemplares que tienen la Capucha muy cerrada y los ojos apenas son visibles. Lógicamente es muy probable que las plumas rocen mucho los ojos y les provoquen la ceguera más o menos pronto.
 

 Hay otros ejemplares en los que la Capucha está más abierta y los ojos son más visibles. El criador debe seleccionar entre estos ejemplares de Capucha más abierta y ojos más visibles a sus reproductores.
 
            Pero si a pesar de cortar las plumas cercanas a los ojos se produce la ceguera en los canarios entonces la causa de dicha ceguera es genética. Un ejemplar ciego afortunadamente no es válido para la reproducción, y digo afortunadamente, porque si la tara es genética, así no la trasmite a sus descendientes. Hay que eliminar a todos los ejemplares que dan  hijos ciegos porque si no estamos fortaleciendo genéticamente esa tara. Si en nuestro criadero hay ejemplares que no se quedan ciegos ni dan hijos ciegos entonces debemos trabajar solo con ellos. Si la ceguera está muy extendida debemos refrescar sangre introduciendo ejemplares de un criadero que no tenga esta tara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario