MI
EXPERIENCIA CON EL RIZADO GIGANTE
ITALIANO
Stefano
D’Alisera
Muchos criadores experimentados no han
querido dar a conocer los “secretos” de la cría del AGI para asegurarse una
hipotética ventaja en los concursos al tener menos competidores. Pero no todos
los grandes y expertos criadores han pensado y piensan así y muchos de ellos han
ayudado con constantes consejos a los aficionados noveles. Llevo 20 años
criando canarios rizados de gran talla: Frisé Parisien y AGI, y a continuación
expongo aspectos de mi experiencia que pueden ser útiles a los principiantes.
REPRODUCTORES, LOCALES E INSTALACIONES.
En principio, es difícil que los que
deciden meter en casa una o más parejas de AGI sean principiantes. Estos
animales no se encuentran en las pajarerías, se venden pocos en las
exposiciones, viven poco, cuestan mucho y son pocos los criadores que los
crían. Es improbable que un novato decida comenzar con el AGI, pero si decide
hacerlo aconsejo comenzar con otras razas rizadas más fáciles como el Rizado
del Norte. De este modo las dificultades serán menores. El AGI y los rizados
pesados como el Parisien y en parte el Paduano, son animales complicados de
criar. A diferencia de otras razas de forma y posición, no existe únicamente la dificultad de obtener
crías lo más cercanas posibles al estándar, sino también la dificultad objetiva
de conseguir obtener crías. Un gasto inicial elevado para encontrarse con una
serie de fracasos sucesivos desanima a cualquiera. De ahí el consejo de
iniciarse con cautela, comenzando a saber ver y valorar los rizos (en el rizado
del norte son inferiores en volumen y en cantidad, pero están bien definidos),
obtener satisfacciones reproductivas y después
de algún tiempo decidirse a dar el
salto.
QUE COMPRAR Y DONDE ACUDIR.
Siempre que sea posible se deben comprar
todos los ejemplares a un mismo criador (Antes de hacer el viaje es una buena
práctica ponerse en contacto con el criador y preguntarle sobre la
disponibilidad de pájaros que tiene para vender. Es una gran frustración que
después de un viaje de cientos de kilómetros encontrarse con que solo tiene 2 ó
3 ejemplares para vender). Hay que
observar el nivel medio de los pájaros que hay en el criadero, que debe ser
homogéneo y de un nivel medio-alto.
Hay que
desconfiar de los criaderos que tienen algunos ejemplares excepcionales y otros
de nivel bajo. Un buen criador mostrará gran parte, si no todos, los ejemplares
de su criadero y tenderá a vender aquellos que os parecerán de menos calidad.
Partiendo del supuesto de estar en casa de una persona seria, que no quiera
vender sus mejores ejemplares pero que sí quiere vender los otros ejemplares no
es preocupante, esto es solo el comienzo. En el criadero se ven jaulones a la
altura de una persona, llenas de luz, con ejemplares esplendidos, y un poco más
abajo, con menos luz, los ejemplares que, en el 99% de los casos, serán los que
están dispuestos para vender.
Esto no
es preocupante pues se trata de un criadero con un nivel medio-alto y todos los
canarios tienen una base genética muy aceptable y similar. Hay criaderos en los
que nos mostrarán las excelentes relaciones con los mejores pájaros, a través
de unos registros fantasma, por eso en lo que hay que fijarse es en la calidad
media de todos los canarios de ese criadero. Realmente lo que nos muestra la
anilla es el año de nacimiento, lo demás es cuestión de la honradez del
criador. Aquí podríamos discutir mucho,
pero uno no se puede arriesgar a llevar a casa ejemplares que no sabemos si son
fecundos o con otros defectos; la elección debe recaer sobre canarios jóvenes,
sobre todo para las hembras, mientras que
un macho de un año puede ser tomado en consideración. En todos estos
aspectos el grado de confianza con el criador que nos vende los canarios es
fundamental.
Los canarios que compréis deben ser de
vuestro agrado, si no lo son es mejor irse con las manos vacías. Las parejas
deben estar bien combinadas en el plumaje y en el color. Si se van a comprar
una o dos parejas, evitar verde x verde, amarillo x amarillo, nevado x nevado,
intenso x intenso y canarios con las aletas caídas o que les faltan. Los
canarios que se compren deben tener todas las
características de la raza fundamentales.
No hay por qué preocuparse si los
ejemplares que compráis (especialmente las hembras) son un poco pequeñas frente
a los campeonísimos que obtienen los primeros premios en los concursos, los
hijos que nazcan pueden reservaros grandísimas sorpresas.
Lo interesante y bello de la cría de los AGI
es esto: nunca se sabe cómo van a ser las crías; si los reproductores provienen
de buenos criaderos y buenas estirpes, se pueden obtener magníficos resultados
inmediatamente, en los primeros años de cría.
Un último consejo es la de entablar
conocimiento y amistad con los criadores más expertos y seguir sus
indicaciones.
CRÍA Y REPRODUCCIÓN.
Generalmente los reproductores, y en
muchos casos las parejas, fueron probablemente ya elegidas en noviembre o
diciembre. ¿Cómo se hace la elección?
Las parejas jóvenes se emparejan por colores, características del
plumaje y la posible compensación de defectos. Con las parejas adultas hay que
añadir como característica su capacidad reproductiva, ya vista en años
anteriores. Por ejemplo, hay que tener en cuenta, los ejemplares que transmiten determinadas características que
ellos aparentemente no tienen; estos ejemplares se acoplarán con aquellos otros
a los que les falta esa característica. Teniendo en cuenta que los rizos tienen
un carácter multifactorial, es decir, que dependen de varios genes que
interactúan entre sí, los resultados de los emparejamientos que teóricamente
tenían que dar muy buenos resultados, en realidad muchas veces no son tales.
Reproducir un AGI con una capucha completa no
es una empresa titánica, pero es ciertamente difícil asegurarse que tiene un
cráneo amplio y redondeado. A propósito de la cabeza, y sin entrar en la
polémica que ha acompañado el reconocimiento de esta raza, consideramos válida
con la finalidad de la cría seleccionar los ejemplares con el babero realzado
completo, con la capucha de ¾ y naturalmente con la capucha completa,
erróneamente considerada como la característica que diferencia esta raza de
otras.
Las parejas se hacen en base a las
características de los ejemplares. El mejor emparejamiento es el de nevado con
un semi-intenso para poder tener unos hijos que pueden heredar y aún mejorar el
plumaje de los padres. El color no es un aspecto fundamental en la formación de las parejas, pero se debe evitar
los emparejamientos de verde X verde y de amarillo X amarillo.
Estos dos
emparejamientos no son imposibles, pero especialmente en el emparejamiento
entre dos verdes he visto resultados estrepitosos, entonces ¿para qué
complicarse la vida? ¿Para qué reproducir ejemplares que en su mayoría van a ser del mismo color?
dejemos estos emparejamientos a los expertos y dirijamos nuestros esfuerzos a
obtener la típica gama de 3 colores: verde, amarillo y pintado, procurando que
uno de los canarios de la pareja sean pintado.
Sobre todo al principio, en vuestro
criadero habrá una cierta diferencia entre los ejemplares. ¿Cuáles elegir para
emparejar? ¿Emparejar los mejores entre sí? ¿Y qué hacemos con los que sean de
menor calidad (que puede que sean los más abundantes)? ¿Pero debe tener un
límite la calidad? Desde luego no podemos poner a criar pájaros de poca
calidad, de menos de 85 u 86 puntos a no ser que queramos tener un criadero de
mediocridades.
Es bueno hacer crecer el criadero poco a poco,
de un modo uniforme, emparejando siempre de forma que entre los dos ejemplares
se tengan todas las cualidades de la raza, es la regla válida para todas las
razas: compensar los defectos de uno con las cualidades del otro y nunca
compensar los defectos de uno con el defecto contrario del otro. De esta manera
los ejemplares que nazcan serán más
uniformes y poco a poco habrá más ejemplares de calidad que permitirán unas
posibilidades mayores de elección en el futuro. Si se tienen bastantes parejas
no está de más echar dos ejemplares de alta calidad con la finalidad de que sus
hijos también lo sean y así tener
magníficos reproductores que hagan subir la calidad media de nuestro criadero.