domingo, 26 de julio de 2015

El Fiorino
 El proceso de selección y creación.  
Umberto Zingoni
 Umberto Zingoni, uno de los creadores del Fiorino, nos cuento como fue el proceso de selección y creación de esta raza y de las dificultades que se tuvieron que vencer. .
 

             Fortuitamente se había conseguido un pájaro por el cruce entre un Gloster moñudo con un Rizado del Norte. El resultado nos pareció un pájaro interesante para intentar conseguir una nueva raza.
            Puede ser que otros criadores hayan seguido la estela de lo que hicimos, y hayan repetido el experimento de creación del Fiorino para ver con sus propios ojos lo que sale. Evaluamos muy favorablemente estos intentos porque, especialmente entre los jóvenes, el progreso es el hijo de la experimentación. Tenemos la certeza de que los resultados de estos eventuales experimentos serán los mismos que obtuvimos nosotros, es decir los que describimos ahora.
         Hay que decir que nuestro optimismo inicial fue rápidamente desmentido. En un principio creíamos que cruzando los mestizos iniciales mejores,  es decir más cerca del modelo que teníamos en mente – en un principio era un “Rizadito” mucho más pequeño que un Rizado del Norte, moña aparte – rápidamente conseguiríamos la unión de las dos características fundamentales: los cinco rizos fundamentales y la pequeña talla. El camino podría haber sido este, pero no tuvimos en cuenta, o más bien habíamos minimizado, ciertas leyes de la genética, bien conocidas por nosotros, que un monje llamado Gregorio Mendel había mencionado en el siglo XVIII sobre la segregación de los caracteres.


            Para una mejor comprensión aquí están los hechos y los resultados del proceso.
            El problema era que después de más de un siglo de un proceso de selección seguido  en Europa para partiendo del pequeño canario silvestre conseguir definitivamente otro  mucho más grande como es el Rizado del Norte, el gran tamaño de este reapareció, como se suele decir, a cada paso.
            Al mismo tiempo, sucedió que los  mejores rizos que tenían los ejemplares de gran tamaño, se iban perdiendo cuando el canario se iba haciendo más pequeño, es decir, se notaba claramente la influencia de la raza de plumaje liso: el Gloster. Cuanto más pequeño era el canario menos rizos tenía.
            Pronto nos dimos cuenta que el camino a recorrer para obtener una estabilidad suficiente en la aparición simultánea de las características que buscábamos – pequeña talla, rizos de la espalda bien desarrollados y simétricos, flancos o aletas bien desarrolladas y simétricas, pecho o jabot bien levantado y cerrado y una buena moña -  sería largo, pero para animarnos nos repetíamos que si había tantas razas de ciertas especies de animales salvajes sin que hubiese habido ninguna intervención externa, también nosotros llegaríamos a conseguirlo. El camino solo era uno: trabajar con muchas parejas y esperar confiando en que la absorción de los genes que se produce en cada gametogénesis en el momento de la formación del cigoto, jugase a nuestro favor.


            Mientras tanto, una cosa de gran importancia que estábamos constatando era que la estrechísima consanguinidad con la que forzosamente estábamos trabajando no perjudicaba lo más mínimamente ni la salud ni la fecundidad de los ejemplares que obteníamos.
           Ahora que hace  treinta años, que nuestros Fiorini se reproducen en una  endogamia total, podemos decir que los temores que muchas personas tienen para este tipo de cría, son totalmente infundadas y añadimos maliciosamente que no son más que el resultado de las lecturas que se repiten y que se copian de unos autores a otros,  y no de "pruebas de campo". Quien quiera entender que entienda.
            El impulso para tratar de crear una nueva raza comienza, tal como ya se ha mencionado,  por la aparición fortuita de mestizos bastante pequeños como resultado de cruzar un Rizado del Norte con un Gloster moñudo.

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